jueves, 21 de mayo de 2015

Yo voto

Ante todo voy a definir lo que es democracia en un concepto generalizado; esta proviene del latín y su traducción podría ser "poder del pueblo" o bien "gobierno del pueblo", hoy en día se define a está como una forma de organización de un grupo de persona, donde la titularidad del poder se otorga en pos de la voluntad generalizada, en la cual se toma a todos los individuos libres e iguales ante la ley.
 En teoría, muchos ciudadanos que no tenían ni a quién ni a qué votar, pues no hallaban en los estrechos márgenes del bipartidismo la opción de su gusto, podrían votar ahora desahogadamente gracias a la mayor diversidad de partidos, pero el hecho de que la mayoría siga sin encontrar su opción positiva sugiere que esa pluralidad pudiera ser ficticia. Dejando a un lado el hecho de que gran parte del electorado se ha habituado a votar en negativo, es decir, contra un partido más que a favor del otro, la gente de derecha contra el PSOE y la de izquierdas contra el PP, lo cierto es que si se revisan los gráficos de los sondeos en forma de quesitos, éstos son, en sustancia, los mismos de siempre. Como si no hubiera pasado nada en éstos tres o cuatro últimos años, como si la derecha gobernante no hubiera hundido al país y al paisanaje en la miseria material y moral, y como si la oposición no supiera sacarle el menor provecho electoral a esa evidencia. Las caras, al contrario que las ideologías que el neo-pepero Rivera quisiera abolir, tienen todas lo mismo, nariz, ojos, boca, orejas, y sólo se diferencian por la más o menos estética disposición de esos comunes elementos.

¿A quién votar? Como sigue habiendo poco donde elegir, y no un exagerado tino al hacerlo, habrá gente robada que vuelva a votar a quienes les robaron, maltratados que repitan con sus maltratadores, y desengañados que tornen a dejarse engañar, bien que todos ellos votando otras caras. Un tercio de los electores, sin embargo, aún duda. ¿Cómo no dudar?


martes, 19 de mayo de 2015

Soy homosexual y ¡quiero donar sangre!

 Mientras escribía mi nombre, mi estado civil y mi lugar de nacimiento, observaba como a un  joven y de aspecto saludable -tan igual como yo, no se le permitía donar sangre pues tenía una orientación distinta a la “normal”.Con todo respeto (o carencia de él), este juicio superfluo basado en la orientación sexual de una persona y no en una prueba certera de la existencia de una afección,  me parece discriminatoria, responde a una visión anacrónica de la realidad y perpetuadora de estigmas en contra  de los homosexuales que han sido descalificados una y otra vez por la ciencia.  Tales argumentos con olor a viejo son curiosos en un país que se las tira de avanzada y que recibe a todos con los brazos abiertos, un país que dice ser gay- amigo y laico pero le niega a una parte de sus ciudadanos sus derechos más elementales basados en argumentos promovidos por unas sectas religiosas que por un lado dicen promover la fraternidad y amor pero entre líneas proponen “juntos pero no revueltos”…Qué pena con todos aquellos que se sienten insultados con mis palabras, pero es que esto de la incoherencia de la gente es un tema bien bonito.Las cosas han cambiado mucho y la restricción de donar sangre a este grupo de personas es una medida que NO es conducente para identificar a los donantes que configuran un posible riesgo, ya que el SIDA y demás enfermedades de transmisión sexual se presentan también en heterosexuales con ganas de “experimentar”, en los que no se protegen,  en los que tienen debilidad por las trabajadoras sexuales, en adictos a drogas de introducción intravenosa… en personas que fácilmente pueden negar todo lo anterior y donar sangre sin ningún problema.Está dispuesto que los bancos de sangre tienen la obligación de realizar pruebas de VIH a la sangre donada en todos los casos, luego ¿por qué no permitir que un homosexual done sangre? ¿Acaso es naturaleza de quien tenga esta inclinación la promiscuidad, el desenfreno y la vida de excesos? Irónico que la consigna de las campañas de donación en este país hable de obviar las diferencias externas y concentrarnos en el hecho que todos somos iguales, que nuestra sangre es toda de un mismo color.. Él pudo haber omitido mencionar su orientación sexual, pero hacerlo sería darle un gusto más a aquellos que promueven la ignominia para los homosexuales. Me imagino que para él este tipo de situaciones son cotidianas. La diferencia es que ya no parecen la simple aceptación de una muestra de rechazo y  por el contrario, se han transformado en una muestra de resistencia, de no ceder lo ganado, de seguir luchando.

domingo, 17 de mayo de 2015

Mi voto , cuenta

El Estado español continúa sin aplicar la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, ratificada en 2008, alimpedir ejercer el derecho de sufragio a 80.000 personasque cuentan con una sentencia judicial de incapacidad total –dato de la Fiscalía General del Estado–. Ley Orgánica de Reforma Electoral (LOREG) todavía no ha sido modificada por el Parlamento y miles de ciudadanos quedan excluidos de los comicios."Este es el problema más radical y estructural. Lo permite la legislación electoral", advierte el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo Pérez Bueno en declaraciones a Europa Press, que recuerda que la Convención de Naciones Unidas obliga a España a modificar la ley bajo la premisa de que ninguna persona por razones de discapacidad puede ser privada de este derecho fundamental.En 2011, la ONU examinó a España para comprobar el nivel de adaptación de más de 90 normativas a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que había firmado tres años antes. Según recuerda el presidente del CERMI, "Naciones Unidas advirtió al Gobierno de que no había hecho los deberes en materia electoral al no modificar la LOREG".A su juicio, se trata de una cuestión de "voluntad política". En octubre de 2013, la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad solicitar al Gobierno que elaborara una propuesta de reforma electoral en el plazo de seis meses. Ha pasado más de un año y medio y desde el Ejecutivo no ha salido ningún informe al respecto."A nadie se le pide que justifique su voto""No cuesta nada acometer este cambio", lamenta Pérez Bueno, que asegura que el Ministerio del Interior, que es el organismo competente en materia electoral, "insiste en que no es necesario modificar la ley", pese a la advertencia de la ONU, la petición del Congreso de los Diputados y la insistencia del Real Patronato de la Discapacidad.Para el gerente de Down España, Agustín Matía, el problema sobre la restricción del voto del colectivo con discapacidad intelectual radica en la "aplicación estricta" de la LOREG por determinados jueces, que en sus sentencias realizan una definición de la capacidad de la persona para determinar si puede o no ejercer su derecho al sufragio.A su juicio, la "cuestión de fondo" es que en España actualmente a ninguna persona se le pide una explicación o valoración sobre el partido o candidato al que vota, ni una demostración de si comprende o no los mensajes o programas. "¿Por qué se exige esto a las personas con discapacidad intelectual y al resto no?", se pregunta Matía, que recuerda que la gente puede apoyar a un partido porque le gusta el color de sus siglas o la sonrisa de su candidato.Revisión de sentencias de discapacidad"El sistema electoral también tiene que ser abierto para las personas con discapacidad", asegura este representante de Down España, que compara la situación que viven ahora miles de ciudadanos con discapacidad con la de las mujeres en España a las que se les impidió votar hasta 1933.Otra de las iniciativas para ampliar este derecho de sufragio es la de pedir la revisión de las sentencias judiciales de incapacidad, tal y como hace la Confederación española de organizaciones en favor de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo FEAPS. Según su responsable de Comunicación, Fermín Núñez, aunque se ha conseguido incapacitaciones parciales o incluso revocar totales, todavía hay miles de personas privadas de este derecho fundamental.FEAPS puso en marcha en 2014 la campaña#MiVotoCuenta para las elecciones europeas con el objetivo deconcienciar a la sociedad y a las personas con discapacidad intelectual de la importancia de ejercer su derecho al voto e incidir directamente en las campañas de los partidos políticos.Programas accesiblesEsta misma iniciativa ha continuado desarrollándola en 2015 para los comicios municipales y autonómicos. Además de reclamar a revocación de las discapacitaciones legales, también se centra en los problemas de accesibilidad a la hora de votar y en la adaptación de los programas electorales a lectura fácil para favorecer su comprensión.Desde las elecciones generales de 2012, FEAPS se ha reunido con los responsables de campaña de los principales partidos para hacer accesibles los programas a través de vídeos resumen o adaptándolos al sistema de lectura fácil. De entre todos ellos, Núñez pone como ejemplo a UPyD al ser la formación política más diligente en este sentido.El PSOE también colgó en 2012 en su Web una versión más sencilla y la puso al mismo nivel que la normal e Izquierda Unida (IU) hizo un vídeo, un recurso utilizado también por el PP en las europeas del año pasado. Equo y Podemos también realizaron una versión de lectura fácil."Si se dirigen a la ciudadanía a captar el voto, que sepan que hay un diez por ciento que tiene más complicado acceder al mismo porque puede no enterarse bien o no recibir el mensaje. Aunque sea solo por egoísmo, los partidos deberían tomar más medidas de accesibilidad", subraya el presidente del CERMI al respecto.Políticos con discapacidadAntonio Guilló, una de las personas con discapacidad intelectual que ha participado en ediciones anteriores de la campaña#MiVotoCuenta y es formador de Derechos de FEAPS, afirma que hasta hace poco este colectivo tenía "muy difícil" comprender de lo que decían los políticos. "Mucha gente no entendía los mensajes ycomo consecuencia no opinaba y decidía no votar", advierte.Si bien Guilló celebra que las personas con discapacidad intelectual cada vez son más conscientes de su capacidad para ejercer el derecho de sufragio, también asegura que "todavía queda mucho por hacer" al respecto. Para él, lo deseable sería que hubiera también en las listas más políticos con discapacidad para sentirse "realmente representados y escuchados"