martes, 19 de mayo de 2015

Soy homosexual y ¡quiero donar sangre!

 Mientras escribía mi nombre, mi estado civil y mi lugar de nacimiento, observaba como a un  joven y de aspecto saludable -tan igual como yo, no se le permitía donar sangre pues tenía una orientación distinta a la “normal”.Con todo respeto (o carencia de él), este juicio superfluo basado en la orientación sexual de una persona y no en una prueba certera de la existencia de una afección,  me parece discriminatoria, responde a una visión anacrónica de la realidad y perpetuadora de estigmas en contra  de los homosexuales que han sido descalificados una y otra vez por la ciencia.  Tales argumentos con olor a viejo son curiosos en un país que se las tira de avanzada y que recibe a todos con los brazos abiertos, un país que dice ser gay- amigo y laico pero le niega a una parte de sus ciudadanos sus derechos más elementales basados en argumentos promovidos por unas sectas religiosas que por un lado dicen promover la fraternidad y amor pero entre líneas proponen “juntos pero no revueltos”…Qué pena con todos aquellos que se sienten insultados con mis palabras, pero es que esto de la incoherencia de la gente es un tema bien bonito.Las cosas han cambiado mucho y la restricción de donar sangre a este grupo de personas es una medida que NO es conducente para identificar a los donantes que configuran un posible riesgo, ya que el SIDA y demás enfermedades de transmisión sexual se presentan también en heterosexuales con ganas de “experimentar”, en los que no se protegen,  en los que tienen debilidad por las trabajadoras sexuales, en adictos a drogas de introducción intravenosa… en personas que fácilmente pueden negar todo lo anterior y donar sangre sin ningún problema.Está dispuesto que los bancos de sangre tienen la obligación de realizar pruebas de VIH a la sangre donada en todos los casos, luego ¿por qué no permitir que un homosexual done sangre? ¿Acaso es naturaleza de quien tenga esta inclinación la promiscuidad, el desenfreno y la vida de excesos? Irónico que la consigna de las campañas de donación en este país hable de obviar las diferencias externas y concentrarnos en el hecho que todos somos iguales, que nuestra sangre es toda de un mismo color.. Él pudo haber omitido mencionar su orientación sexual, pero hacerlo sería darle un gusto más a aquellos que promueven la ignominia para los homosexuales. Me imagino que para él este tipo de situaciones son cotidianas. La diferencia es que ya no parecen la simple aceptación de una muestra de rechazo y  por el contrario, se han transformado en una muestra de resistencia, de no ceder lo ganado, de seguir luchando.

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